Antecedentes de la noticia. En Marzo de 2019 la prensa regional informaba de que se habían hallado las primeras pruebas de que Castropol estaba habitado en el siglo II a.C. Las dataciones de carbono 14 de materiales recogidos en la zona conocida como «As Huertas», arrojaba unas fechas en plena edad del Hierro lo que constituye la más antigua evidencia de poblamiento en la localidad.
Desde varios sectores de la arqueología se venía insistiendo en que la existencia de un poblamiento castreño era más que probable, tanto por la toponimia como por la situación geográfica, muy favorable a la construcción de un castro en el promontorio que domina la parte asturiana de la ría del Eo. Si bien se habían realizado excavaciones, hasta ahora no se habían podido realizar pruebas de carbono 14 que son las que han aportado las evidencia de actividad en la zona.
La zona de As Huertas es un espacio dedicado a pequeñas zonas de cultivo doméstico y de cría de animales por parte de los vecinos. Actualmente se usa como aparcamiento municipal, y está prevista la construcción de 34 viviendas en los terrenos citados. Al haber sido declarado el conjunto histórico de la villa Bien de Interés Cultural, se está observando minuciosamente cualquier obra que se realiza en el subsuelo. De ahí la detección de los materiales cerámicos aparecidos desde 2015 en el lugar. Hay que decir que hasta ahora las intervenciones arqueológicas han corrido a cargo de la empresa constructora, y desde 2015 a 2017 hubo al menos tres. De los informes de las excavaciones remitidos a la Dirección General de Patrimonio, la respuesta que se obtuvo fue de que no tenían importancia. Sin embargo un investigador alertó sobre el error y fue el Principado quien instó a la empresa a realizar las pruebas de carbono 14 que han dado estos resultados. Sorpredente la eficiencia de nuestra administración ¿verdad?.
En fin, así son las cosas por aquí. Desde Marzo hasta ahora se ha seguido trabajando, si bien con la mayor cautela posible, ya que se siguen con interés los trabajos que se realizan en la zanja de as Huertas. En agosto de 2019 se da la primera interpretación de lo que puede ser la zanja de 2 metros. Se habla de una explotación minera. De los trabajos arqueológicos realizados por Orlando Morán para la empresa constructora no se han obtenido apenas hallazgos materiales, por lo que se supone que no es un espacio habitacional, de ahí la hipótesis de que se trate de una mina de al menos el siglo II a.C.
«Se trata de la cuarta campaña de excavaciones que se realiza en la finca conocida como As Huertas, donde está prevista una promoción de treinta y tres viviendas. En este caso se ha hecho un vaciado controlado con maquinaria que ha permitido sacar al descubierto una zanja lineal con forma serpenteante de 115 metros, si bien tiene continuidad hacia la zona construida de la villa. «Es un sistema de explotación muy primitivo y da la sensación de que avanzan por la veta de pizarra en busca de algún mineral«, precisa Morán, que insiste en que, de momento, es solo es una hipótesis. Está previsto un estudio geológico que permita determinar si hubo algún aprovechamiento minero metalúrgico del espacio.» (LNE 1 Ago. Tania Cascudo)
Y en este punto estamos. Del informe que elaboren los expertos, se remitirá a la Dirección General de Patrimonio, y se decidirá si continuar las obras de construcción de viviendas o seguir investigando. Os informaremos.
Os recomendamos la lectura de castropolhistoriayarqueologia.blogspot.com donde se hace un seguimiento intensivo desde Castropol a la historia y arqueología del lugar.
