La ribera norte de la ría de Muros y Noia está señalada por un accidente geográfico destacado, el Monte Louro.
Se trata de un monte con dos cumbres, la más alta de 240 metros de altura que domina la entrada de la ría, y que se encuentra flanqueado por las playas de Area maior y Fogareido. Es un sitio precioso. Dejas Muros atrás y te diriges al extremo del cabo. Un espacio natural expuesto a los rigores del Atlántico, donde el viento manda.
Al sur en línea recta está la costa del castro de Baroña, al norte, si llegas a Punta Ínsua, donde está el faro, tienes una vista del cabo Fisterra. Desde arriba del monte Louro dicen que hay una vista espectacular. Arriba se conservan los restos de una pequeña fortaleza medieval, de la que apenas se ven unas piedras según dicen.
A los pies de Monte Louro hay una laguna, del mismo nombre que el monte. Todo este lugar es territorio de leyendas. En el siglo XVI los cronistas del reino recogían la leyenda de que Noé había llegado a estas costas y había embarrancado su nave en una playa de arena finísima, desde donde se veía un monte que brillaba como el fuego. Llamó a la ciudad Noia, en honor a su hija, y al monte le llamó Monte de oro.
Otra leyenda está relacionada con la laguna de As Xarfas, un buen lugar para la observación de aves, sobre todo garzas. La leyenda cuenta que en esta laguna hay una ciudad sumergida, es una de las muchas que existen en la costa gallega). Las campanas suenan cuando hay temporal del Atlántico y en ocasiones se oye la voz de los que murieron en ella.
Os dejo algunas imágenes